Emigrar nunca es fácil. Aunque uno lea foros, vea videos o reciba consejos, hay cosas que solo se aprenden metiendo la pata.
Cuando me mudé a Noruega, llegué con muchas ideas, expectativas… y también varios errores que, por suerte, algunos logré evitar a tiempo.
En este post quiero compartirte una lista de errores reales que cometí (o estuve a punto de cometer) para que no te pase lo mismo si estás por dar ese salto.
1. Subestimar el costo de vida
Antes de mudarme, había leído que Noruega era caro, pero no entendía cuánto. Sabía que los sueldos eran altos, así que me confié. Error.
Los primeros meses me la pasé convirtiendo todo a pesos argentinos, y casi no podía disfrutar de nada.
Un café, un jabón, un pasaje… todo costaba el triple de lo que yo mentalmente creía “normal”. Tardé bastante en cambiar el chip y empezar a pensar en coronas.
Mi recomendación: hacé un presupuesto realista antes de llegar. Incluí todo: transporte, comida, alquiler, trámites, y sumale un margen extra.
2. No tramitar o sacar turnos apenas llegás
El D-nummer o Fødelsnummer (número de identidad temporal) es una de las cosas más importantes para cualquier extranjero en Noruega. Lo necesitás para trabajar legalmente, abrir una cuenta bancaria, y hasta para firmar contratos.
Yo pensé que podía esperar a “tener trabajo primero”, pero en realidad sin el D-nummer no te pueden ni contratar.
El trámite puede tardar varias semanas, así que cuanto antes lo inicies, mejor.
3. Buscar departamento demasiado rápido
Quería tener todo “bajo control” antes de llegar, así que empecé a buscar alquiler desde Argentina. Vi anuncios tentadores y estuve a punto de mandar dinero para reservar.
Por suerte, alguien me frenó y me explicó que las estafas son comunes cuando buscás desde afuera. Muchos anuncios son falsos o usan fotos robadas.
Mi consejo: alquilá algo temporal por unos días o semanas al llegar (tipo Airbnb o habitaciones cortas en Hybel), y recién ahí empezá a buscar con calma y en persona.
4. Creer que todos te van a ayudar porque sos extranjero
En mi cabeza, venía con la idea de que “los noruegos son buena gente, seguro me ayudan con todo”. Y sí, son educados… pero también son muy reservados.
No es común que se acerquen a charlar o te inviten a su casa. No porque sean fríos, sino porque culturalmente son más distantes. Si querés integrarte, tenés que hacer vos el primer movimiento.
Pensar que todo el mundo me iba a abrir la puerta solo por ser latino fue un error de expectativa. Acá nadie te debe nada.
5. No estudiar ni una palabra de noruego
Pensé que con inglés iba a sobrevivir. Y si, pero lo idea es saber algo.
No entendía los mails del gobierno, los carteles del supermercado, ni las conversaciones en el trabajo. Y lo peor: me sentía afuera de todo.
Cuando empecé a estudiar aunque sea lo básico, todo mejoró. No por el idioma en sí, sino porque te sentís parte del lugar.
6. No tener paciencia con los tiempos noruegos
Acostumbrado a resolver todo rápido en mi país, me desesperaba con los plazos noruegos. Acá todo lleva tiempo: darte de alta, recibir cartas, tener una cita en NAV… nada pasa “para ya”.
Al principio me enojaba. Después entendí que no era personal: es el sistema. Y aprendí a vivir con eso.
Aceptar los tiempos del país te ahorra mucho estrés innecesario.
Conclusión
Cometer errores al emigrar es normal. Pero muchos se pueden evitar si escuchás a otros que ya pasaron por lo mismo.
Hoy miro para atrás y me río de algunas cosas. Pero también sé que, si hubiera tenido a alguien que me contara todo esto antes, me habría ahorrado tiempo, plata y dolores de cabeza.
Así que si estás por mudarte a Noruega, espero que esta lista te sirva para que tus errores sean otros… o al menos, más chicos.

Comentarios
Publicar un comentario